La principal causa del conflicto entre Inglaterra y España fue la lucha por el dominio de los territorios en Ultramar. España había estado expandiendo su imperio a través de América desde el descubrimiento de América por Cristóbal Colón. Esto provocó que Inglaterra quisiera también expandir su Imperio a través de América, y esto provocó el conflicto entre ambas naciones. Otras causas del conflicto fueron el control de los recursos y los tesoros de América, así como la expansión del comercio. Además, los conflictos religiosos entre católicos y protestantes también contribuyeron al conflicto.
Durante el siglo XVI, hubo una gran cantidad de guerras entre Inglaterra y España, incluida la Guerra de los Ochenta Años, en la que Inglaterra intentó conquistar los territorios españoles en el norte de Europa, y la Guerra de Sucesión Española, en la que Inglaterra intentó apoyar a los candidatos protestantes al trono español. Estas guerras son una muestra de la intensidad del conflicto entre Inglaterra y España.
Además, los conflictos territoriales entre Inglaterra y España en América del Norte también contribuyeron al conflicto entre ambas naciones. Estos conflictos se intensificaron con la llegada de los colonos ingleses a América del Norte, lo que provocó que España se opusiera a la expansión de Inglaterra en América. Esto llevó a la Guerra de los Siete Años, en la que Inglaterra derrotó a España y se apoderó de territorios en América.
En resumen, hay muchas causas del conflicto entre Inglaterra y España, pero la principal fue la lucha por el dominio de los territorios en Ultramar. Esto provocó una serie de guerras entre ambas naciones y también contribuyó a los conflictos territoriales en América del Norte. Estos conflictos se prolongaron durante muchos siglos y finalmente concluyeron con la victoria de Inglaterra sobre España.