La religión de los romanos es una de las principales de la Antigüedad. Esta religión se basaba en un conjunto de creencias y prácticas a través de las cuales los ciudadanos romanos expresaban sus deseos y temores, así como sus relaciones con los dioses. La religión romana era politeísta, lo que significa que creían en varios dioses. Los dioses romanos eran muy similares a los dioses griegos, pero con nombres diferentes. Los romanos adoraban a Júpiter como el dios principal, aunque también reverenciaban a otros dioses como Juno, Apolo, Diana y Vulcano. Estos dioses gobernaban los cielos, la tierra y el mar, y los romanos creían que sus dioses influían en la vida cotidiana. Esta creencia se reflejaba en la forma en que los romanos organizaban su vida cotidiana, con los ciudadanos celebrando una variedad de fiestas religiosas para honrar a los dioses y pedirles ayuda. Estas fiestas también sirvieron para reforzar los lazos entre la comunidad y establecer reglas de comportamiento y de lealtad.
Los romanos también creían en una variedad de espíritus y criaturas míticas, como los dioses menores, los monstruos y los espíritus de los muertos. Estos espíritus se suponía que influían en la vida de la gente, así que los ciudadanos romanos eran muy cuidadosos con los sacrificios y ofrendas para asegurarse de que los espíritus estuvieran contentos. Esto también incluía la creencia en los augures, los sacerdotes profesionales que leían los signos en los pájaros y las entrañas de los animales para predecir el futuro.
En la religión romana, los dioses, los espíritus y los augures estaban íntimamente ligados al Estado, por lo que los ciudadanos romanos eran responsables de honrar a sus dioses y cumplir con sus obligaciones religiosas. Esta responsabilidad llevó a que el Estado romano fuera uno de los primeros en tener una institución religiosa formal, con los sacerdotes y los augures como líderes. Estas instituciones se encargaban de llevar a cabo los rituales y ritos religiosos y de mantener el orden en la sociedad.
La religión romana fue una parte importante de la vida de los ciudadanos y su influencia se extendió hasta el Imperio Romano. Aunque hoy en día no se practica, la religión de los romanos sigue siendo una parte importante de nuestro entendimiento de la historia y la cultura antiguas.