Alá es el nombre árabe de la divinidad absoluta. El origen de la creencia en Alá se remonta a la época preislámica, cuando los árabes adoraban a muchos dioses tribales. A medida que la cultura monoteísta evolucionó, la creencia en Alá como el Dios único y supremo se hizo cada vez más dominante. La creencia en Alá es la base de la fe musulmana y está profundamente arraigada en la cultura islámica.
La historia de Alá se divide en dos periodos: antes del islam y después del islam. Antes del islam, los árabes adoraban a muchos dioses tribales, incluyendo al dios supremo al-Lah. Esta creencia se remonta a la época preislámica de la península arábiga, y los árabes adoraban a varios dioses, incluyendo a al-Lah. Esta creencia fue abrazada por el profeta Muhammad, quien se convirtió en el líder religioso de los musulmanes.
Después del islam, la creencia en Alá como el Dios único y supremo se hizo cada vez más prevalente. Los musulmanes creen que Alá es el Creador de todas las cosas y el Señor de todos los mundos. Los musulmanes también creen que Alá es el único Dios verdadero, el Señor de todos los mundos. Las enseñanzas del islam también incluyen la creencia en la vida después de la muerte, la justicia divina y la misericordia divina para aquellos que obedecen a la voluntad de Alá.
La creencia en Alá es una parte fundamental de la fe musulmana. En el islam, Alá es el único Dios verdadero y los musulmanes intentan seguir la voluntad de Alá mediante la oración, el ayuno, la caridad y la peregrinación a La Meca. Los musulmanes también creen que Alá es el único que puede juzgar a las personas en el Día del Juicio Final. La creencia en Alá como el Dios único y supremo se ha mantenido estable a lo largo de los siglos, siendo una parte importante de la historia islámica.