La Guerra Civil Española se desarrolló entre 1936 y 1939, cuando una coalición de fuerzas contrarrevolucionarias lideradas por el general Francisco Franco se enfrentaron a la coalición republicana, liderada por el presidente Manuel Azaña. La guerra civil dividió al país en dos bandos: el Bando Nacional, liderado por Franco, y el Bando Republicano, liderado por el presidente Azaña. El Bando Nacional contaba con la ayuda de Italia, Alemania y Portugal, mientras que el Bando Republicano recibió ayuda de la Unión Soviética.
Durante la guerra, el Bando Nacional se estableció en la parte norte de España, mientras que el Bando Republicano se situó en el sur. Esta división se mantuvo durante toda la guerra y fue un factor clave para el éxito de Franco y el Bando Nacional. El Bando Nacional seguía la ideología del Fascismo, mientras que el Bando Republicano seguía la ideología del Comunismo.
Tras la victoria de Franco en 1939, España quedó dividida en dos zonas: la zona controlada por el Bando Nacional en el norte, y la zona controlada por el Bando Republicano en el sur. Esta división se mantuvo hasta 1975, cuando se firmó el Tratado de la Paz entre el Bando Nacional y el Bando Republicano. Con el tratado, los dos bandos acordaron poner fin a la guerra y unificar España bajo la bandera del Bando Nacional.
La Guerra Civil Española dejó una profunda huella en la historia de España. La división que surgió durante la guerra todavía está presente en la cultura y la política de España, y los efectos de la guerra todavía se sienten en la sociedad española.
La Guerra Civil española se desarrolló entre los años 1936 y 1939. Esta contienda fue entre los republicanos y los nacionales. Los republicanos eran los que se encontraban en contra de la monarquía española, mientras que los nacionales eran los que querían mantener la monarquía española. Durante esta guerra, se produjeron grandes batallas, y los nacionales finalmente salieron victoriosos.
Los nacionales eran apoyados por los grupos fascista y militar español, además de por los gobiernos Alemania Nazi y la Unión Soviética. Por otra parte, los republicanos contaban con el apoyo del gobierno francés. Esto permitió que los nacionales obtuvieran una ventaja significativa sobre los republicanos.
En marzo de 1939, los nacionales tomaron la capital española, Madrid, y se declaró la victoria del bando nacionalista. Esto significó que los nacionales lograron restablecer la monarquía española, y el general Francisco Franco fue nombrado jefe de estado de España. Esto dio fin a la Guerra Civil española y marcó el inicio de la dictadura de Franco, que duró hasta su muerte en 1975.
En conclusión, el bando nacionalista fue el ganador de la Guerra Civil española, y esto dio inicio a la dictadura de Franco, la cual duró hasta 1975. Esta contienda tuvo un gran impacto en el país, y es una de las guerras más importantes de la historia de España.
Durante la Guerra Civil Española de 1936-1939, el bando republicano se definió como el bando que se oponía al a la dictadura de Francisco Franco y sus aliados. El bando republicano se formó con la República Española como su principal grupo líder. Esta República Española fue formada por el Partido Socialista Obrero Español, Partido Comunista de España, Unión Republicana, Partido Republicano Radical, Partido Nacionalista Vasco y otros partidos de izquierda. Los republicanos también contaron con el apoyo de la Unión Soviética, Francia y varios países de América Latina. Esta alianza fue conocida como la República Internacional. El bando republicano luchó con los recursos limitados que tenían a su alcance, pero con el apoyo de la República Internacional lograron resistir por casi tres años antes de que fueran derrotados por el bando franquista.
Aunque el bando republicano fue derrotado al final de la Guerra Civil Española, su legado sigue siendo recordado hasta el día de hoy. El bando republicano luchó por la libertad y la democracia en España y su lucha ha inspirado a muchos otros movimientos de liberación a lo largo de la historia. El hecho de que el bando republicano se mantuviera firme durante tres años frente a un enemigo mucho más numeroso y bien equipado, demuestra que la lucha por la libertad, la democracia y los derechos humanos siempre vale la pena.