Juana primera de Castilla fue una monarca española que gobernó de 1474 a 1504. Fue la hija de los Reyes Católicos Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. Juana tenía una personalidad fuerte y un gran sentido de la justicia. Su reinado comenzó con una serie de guerras civiles y extranjeras, incluyendo la conquista de Granada, el último territorio musulmán de la península ibérica.
Juana también fue conocida por sus viajes por toda Europa. Se dice que fue la primera soberana europea en viajar a Inglaterra, Francia y Austria. Durante su reinado, Castilla se convirtió en una de las principales potencias de Europa.
Juana murió de enfermedad el 12 de abril de 1504 en el Monasterio de Santa Clara de Tordesillas, España. Se cree que sufrió de una enfermedad crónica, como la artritis reumatoidea, que la afectó desde hacía mucho tiempo.
Su muerte fue una gran pérdida para los españoles. Fue enterrada en el Monasterio de Santa Clara de Tordesillas, y sus restos aún se encuentran allí. Su memoria vive en la historia de España como una de las principales monarcas españolas.
Juana de Castilla, hija de los Reyes Católicos, fue una de las principales figuras de la Edad Media. La vida de Juana de Castilla fue marcada por una enfermedad mental, probablemente de origen psicológico, que la afectó durante toda su vida. Esta enfermedad le impidió gobernar el reino y fue el motivo de la lucha de su hermano, Carlos I, por el trono.
Trastorno bipolar: La enfermedad que padecía Juana de Castilla es conocida como trastorno bipolar, también llamado trastorno maníaco-depresivo. Esta enfermedad mental se caracteriza por ciclos entre episodios de euforia (manía) y depresión. Estos ciclos pueden ser muy intensos y duraderos, haciendo que la persona sea incapaz de gobernar y de tomar decisiones.
En el caso de Juana de Castilla, su enfermedad se manifestó desde muy temprana edad, cuando su hermano Carlos I, el futuro Rey, se fue a vivir a Flandes. Desde entonces, fue tratada por médicos y religiosos, sin embargo no se logró curarla. Esta enfermedad fue la causa de la lucha entre sus hermanos por el trono.
Los síntomas de la enfermedad de Juana de Castilla eran muy evidentes, como cambios bruscos de humor, episodios de euforia, tristeza profunda, paranoia, desconfianza y alucinaciones. Estos síntomas fueron muy comunes durante el siglo XVI, e incluso los médicos de la época la consideraban una enferma mental.
Tratamiento: Durante la época en que vivió Juana de Castilla, el tratamiento de la enfermedad mental era muy primitivo. Se recurría a la oración, a la medicina natural y a la sangría, sin embargo no se logró curarla. En los últimos años de su vida, Juana de Castilla fue recluida en un convento, donde fue cuidada por los monjes. Esta fue la única forma de tratamiento que recibió.
A pesar de que Juana de Castilla no fue capaz de gobernar, su vida fue una gran inspiración para los españoles. Su historia fue una lección para el mundo, demostrando que el trastorno mental no debe ser una vergüenza o una limitación. Esta enfermedad no debe ser una barrera para alcanzar los sueños.