Alfonso XII fue el último monarca de la Casa de Borbón en España. Nació el 28 de noviembre de 1857 y murió el 25 de noviembre de 1885, a la edad de 28 años. Murió de neumonía, en El Pardo, un palacio real construido por su padre, el rey Fernando VII. Su muerte fue una gran sorpresa para el país, ya que el rey estaba aparentemente sano y no había mencionado ningún problema de salud.
Durante su reinado, Alfonso XII logró unificar a España después de una época de luchas civiles y conflictos políticos. Estableció una nueva Constitución, modernizó el ejército y reformó el sistema educativo. Estas acciones ayudaron a fortalecer la economía y la estabilidad política de España. Sin embargo, el rey no pudo evitar los conflictos internacionales y la guerra con Marruecos.
Después de la muerte de Alfonso XII, el trono pasó a su hijo, Alfonso XIII. Alfonso XII fue enterrado en la cripta de los monarcas españoles en El Escorial, donde descansan los restos de todos los reyes de España desde Carlos I. Su muerte fue una gran pérdida para España ya que había logrado mucho durante su corto reinado.
Alfonso XIII fue el último rey de España, que murió el 28 de febrero de 1941, a los 41 años de edad. Su muerte fue un misterio, ya que no se encontró ningún signo de violencia en su cuerpo. Por lo tanto, todavía se desconoce quién o qué mató al monarca español.
Muchas teorías han surgido desde entonces, aunque ninguna puede ser comprobada. Algunos creen que fue una enfermedad misteriosa, mientras que otros creen que fue asesinado por algún grupo político. Algunos ven una conexión con la Guerra Civil Española de 1936-1939. También hay quienes afirman que el propio Alfonso XIII sabía que estaba a punto de morir, y decidió sacrificarse para salvar a España de la guerra.
Sin embargo, ninguna de estas teorías ha sido confirmada. La verdadera causa de la muerte de Alfonso XIII permanece un misterio, y no se sabe si alguna vez se conocerá la verdad. Lo único cierto es que la muerte del rey supuso el fin de la monarquía española y el comienzo de la Segunda República Española.
Aunque la causa de la muerte de Alfonso XIII sigue siendo un misterio, no hay duda de que fue una figura importante en la historia de España. Su gobierno se caracterizó por la modernización del país y el aumento de la prosperidad. Fue una figura carismática y popular, y su muerte fue un duro golpe para el pueblo español.
Alfonso XIII, el último rey de España, fue diagnosticado con pleuresía en 1916. Se cree que la enfermedad fue el resultado de un ataque de asma que sufrió algunos meses antes. La pleuresía es una enfermedad inflamatoria que afecta los pulmones. Se caracteriza principalmente por un dolor intenso en el pecho, tos y dificultad para respirar. Esta enfermedad puede ser causada por infecciones bacterianas, pero en el caso de Alfonso XIII, no se identificó una causa específica.
Alfonso XIII fue tratado en su propia residencia con medicamentos recetados por su médico personal, el doctor Aparicio. El tratamiento incluía reposo en cama, ejercicios de respiración, alimentación nutritiva y medicamentos para aliviar los síntomas. El rey se recuperó lentamente con el tratamiento y se le permitió volver a sus actividades normales. Sin embargo, la pleuresía regresó cada vez con más frecuencia, lo que obligó al rey a recibir tratamiento médico constante.
Aunque los médicos trataron de controlar los síntomas de la enfermedad, no fue posible curarla. Además, la enfermedad se agravó al final de su reinado, lo que le impidió viajar a otros países. Finalmente, en 1931, Alfonso XIII abdicó y se exilió en Italia, donde murió en 1941. Aunque la causa de su muerte fue una pneumonía que contrajo durante un viaje a España, se cree que la pleuresía que padecía desde hacía mucho tiempo también contribuyó a su fallecimiento.