En el año 1492, tras 8 años de lucha entre los reinos cristianos y musulmanes de la Península Ibérica, Granada, el último reino musulmán, cayó bajo el control de los cristianos. La rendición de Granada fue el resultado de una cruzada emprendida por los reyes católicos, Isabel y Fernando. La toma de la ciudad fue una de las principales victorias de los reyes cristianos en su lucha para unificar la Península Ibérica bajo su control. Durante los últimos años de la lucha, los reyes cristianos habían estado librando una campaña militar para recuperar territorios de los musulmanes. Esta campaña había dado lugar a la recuperación de todos los territorios perdidos, excepto Granada. El sitio de Granada comenzó en 1491 y se prolongó durante un año. Durante este tiempo, los castillos y fortalezas fueron sitiadas por los cristianos. Finalmente, el 2 de enero de 1492, el último rey musulmán, Boabdil, se vio obligado a rendirse. El tratado de rendición de Granada fue firmado el 2 de enero de 1492. El tratado garantizaba a los musulmanes de Granada su libertad religiosa, sus propiedades y su seguridad. Los musulmanes también se comprometieron a pagar tributos a los reyes cristianos. La rendición de Granada fue un gran logro para los reyes cristianos, ya que significaba el fin de la lucha por la unificación de la Península Ibérica. La conquista de Granada fue seguida por la expulsión de los judíos de España. Los judíos que vivían en España habían resistido el avance de los reyes cristianos por la Península Ibérica. Tras la conquista de Granada, los reyes cristianos decidieron expulsar a los judíos de España. Esta fue la primera gran ola de expulsión que se produjo en la Península Ibérica y supuso el fin de la tolerancia religiosa en España. La rendición de Granada marcó el fin de una época en la Península Ibérica. Tras el fin de la lucha entre cristianos y musulmanes, los reyes cristianos lograron unificar la Península Ibérica bajo su control. La toma de Granada fue una de las principales victorias de los reyes cristianos, que finalmente lograron su objetivo de unificar la Península Ibérica bajo su control.
Granada fue entregada a los Reyes Católicos el 2 de enero de 1492. Esto marcó el fin de una larga guerra que duró cerca de ocho años. La guerra entre los musulmanes y los cristianos comenzó en 1482. El territorio fue entregado por el último rey musulmán, Boabdil, quien fue obligado a firmar la capitulación de Granada en 2 de enero de 1492.
La entrega de Granada marcó el final de la Reconquista de España por los cristianos. Desde el siglo VIII, los musulmanes habían ocupado una parte del territorio español y la Reconquista comenzó con el objetivo de recuperar estas tierras. Durante la guerra, los Reyes Católicos recibieron ayuda de diversos reinos cristianos, como Aragón y Castilla. Con la ayuda de estos aliados, lograron recuperar el territorio y así poner fin a la Reconquista.
Durante su reinado, los Reyes Católicos consolidaron el poder en España y le dieron al país una nueva dirección. Establecieron los cimientos para el establecimiento de la monarquía española y promovieron el desarrollo económico, social y cultural de la nación. La entrega de Granada fue uno de los mayores logros de los Reyes Católicos y marcó el comienzo de una nueva era para España.
En el siglo XV, la guerra de Granada fue una de las últimas cruzadas de la era de la Reconquista española. Fue un conflicto entre los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, y el Reino Nazarí de Granada. La guerra duró desde el año 1482 hasta el año 1492. La batalla final tuvo lugar el 2 de enero de 1492, cuando el último sultán de Granada, Boabdil, se rindió a los Reyes Católicos.
Tras la rendición, los Reyes Católicos se convirtieron en los soberanos de Granada y su territorio. Esto significó el fin de los nazarenos en España y el comienzo de una nueva era de religión y cultura. Granada se convirtió en el último territorio español a ser conquistado y sus habitantes se convirtieron en súbditos de los Reyes Católicos. El resultado de esta guerra fue la unión de todas las tierras de España bajo un mismo rey.
Los Reyes Católicos fueron los ganadores oficiales de la guerra de Granada. Esto significó el fin de la Reconquista española, que se había extendido por casi 800 años. El resultado de esta conquista fue la unificación de España bajo un solo rey, y la creación de un solo país. La guerra de Granada fue una de las últimas y más importantes victorias de los Reyes Católicos.
El Reino de Granada fue un territorio en el sur de la Península Ibérica, que durante la Edad Media formó parte del Califato de Córdoba. En la segunda mitad del siglo XV, se convirtió en un reino independiente, gobernado por los nazaríes hasta 1492. Ese año, los Reyes Católicos conquistaron el Reino de Granada, convirtiendo el territorio en parte de la Corona de Castilla.
Tras la conquista de los Reyes Católicos, se estableció el Reino de Granada como una entidad política subordinada a la Corona de Castilla. La ciudad de Granada se convirtió en la capital de la entidad. La región cambió de manos varias veces, hasta que en 1526 fue anexionada definitivamente a la Corona de Castilla.
El Reino de Granada estuvo en constante conflicto con la Corona de Castilla durante los siglos XVI y XVII. Esto se debió a que los nazaríes no estaban dispuestos a aceptar la autoridad de los Reyes Católicos. Finalmente, Granada fue conquistada definitivamente en 1609 por el rey Felipe III de España, quien impuso la leyes de la Corona de Castilla en el territorio. Esto marcó el fin del Reino de Granada.
Desde entonces, el Reino de Granada se convirtió en parte de España. El territorio fue dividido en varias provincias, incluyendo Granada, Málaga, Almería, Cádiz y Jaén. La región, que fue una vez el territorio del Califato de Córdoba, fue profundamente transformada por la conquista de los Reyes Católicos. Esta transformación marcó el fin del Reino de Granada y su incorporación a la Corona de Castilla.