La economía islámica es una forma de economía basada en la Sharia, una ley religiosa islámica, en lugar de en la ley secular. Esta forma de economía está destinada a moldear los valores éticos y morales musulmanes a los principios básicos de la economía. El concepto de economía islámica fue creado en los años 70 por los teóricos islámicos para abordar los problemas sociales y económicos de los países musulmanes. La economía islámica trata de alcanzar el bienestar de la comunidad y es principalmente una economía solidaria.
La economía islámica se basa en principios como la justicia y la equidad, así como el respeto a los derechos humanos. El principio básico de esta economía es el de la regulación. Esto significa que el gobierno debe controlar los precios, los salarios y los impuestos, para evitar la desigualdad y la injusticia social. La economía islámica también se centra en el ahorro y en la inversión para lograr el desarrollo económico.
La economía islámica también se enfoca en la promoción de la igualdad y la solidaridad entre los individuos, y en la prevención de la explotación económica. La usura, el juego y la especulación financiera están prohibidos en la economía islámica. Esto significa que los bancos islámicos no ofrecen préstamos a tasas de interés. En su lugar, los bancos islámicos ofrecen inversiones rentables a los inversores y los clientes reciben una parte de las ganancias generadas por las inversiones.
En última instancia, la economía islámica busca promover la justicia social, el bienestar y el desarrollo económico. El objetivo central de la economía islámica es crear una economía justa, equitativa y sostenible para todos los musulmanes. Esta forma de economía es una alternativa viable y sostenible para la economía de mercado y es una forma de promover el desarrollo sostenible y la igualdad social.
Durante el período del mundo islámico, las principales actividades económicas eran el comercio, la agricultura y la artesanía. La agricultura fue la base de la economía y los principales productos agrícolas eran el trigo, la cebada, el vino, la fruta, la miel, los lácteos, etc. La artesanía fue una de las principales industrias. La metalurgia, la producción de vidrio, la alfarería y las artesanías textiles eran algunas de las actividades económicas más importantes. El comercio fue el motor de la economía islámica. Los productos más comercializados eran los textiles, la seda, el café, el azúcar y los productos básicos como el trigo y el aceite. Estos productos eran transportados desde el mundo islámico a Europa, Asia y Africa.
La economía islámica también se caracterizó por su banca y por sus sistemas monetarios. El sistema bancario islámico, conocido como "qirad", fue uno de los principales sistemas financieros, y fue utilizado para el comercio, el préstamo y el intercambio de bienes. El sistema monetario islámico también fue muy desarrollado. Se utilizaba la moneda de oro y plata, conocida como "dirham", para el comercio internacional.
Otras actividades económicas importantes incluyen la minería, la pesca y la producción de armas. La minería fue una importante fuente de ingresos para el mundo islámico, mientras que la producción de armas fue una de las principales industrias. La pesca fue una fuente importante de recursos para el mundo islámico, y también se utilizaba para el comercio.
En general, la agricultura, la artesanía, el comercio y los sistemas financieros fueron los principales elementos de la economía islámica. Estas actividades contribuyeron al desarrollo de la civilización islámica y permitieron que prosperara durante siglos.
La sociedad en el Islam tiene como objetivo promover la paz, la armonía, el respeto y la solidaridad entre todos. Estas son las principales cualidades que los musulmanes buscan alcanzar, para crear una comunidad unida y amable. Por ello, la sociedad en el Islam está basada en la fe, el amor y la justicia. Esto significa que los miembros de la comunidad deben comportarse con respeto hacia los demás, respetando los derechos de los demás a la vida, la libertad y la propiedad.
Otra cualidad importante que se encuentra en la sociedad islámica es la tolerancia. Se espera que los musulmanes respeten las creencias y culturas de otros grupos, incluso si estas creencias son diferentes a las suyas. Esto ayuda a construir una sociedad que sea más inclusiva y comprensiva.
La sociedad islámica se basa en el concepto de compasión. Esto significa que los musulmanes deben mostrar compasión hacia los demás, incluso si son diferentes a ellos. Esta compasión se aplica incluso a los enemigos, ya que se espera que los musulmanes traten de perdonar y reconciliarse con los demás.
En la sociedad islámica, también se espera que los miembros de la comunidad se ayuden entre sí. Por ejemplo, se espera que los musulmanes ayuden a aquellos que estén en necesidad. Esto se conoce como la caridad, y es una parte muy importante del Islam. Esta caridad puede tomar muchas formas, desde el donativo de dinero a los necesitados, hasta el apoyo emocional y espiritual.
En general, la sociedad en el Islam se centra en el respeto, la compasión y la solidaridad. Estas son las cualidades más importantes que los musulmanes buscan alcanzar, para construir una comunidad unida y amable. Esto permite que los miembros de la comunidad vivan una vida feliz y satisfactoria.
La economía islámica se basó en productos como el comercio, la agricultura y la artesanía, entre otros. El comercio fue el más importante para el desarrollo económico islámico, ya que permitió el intercambio de bienes y servicios. Esto a su vez promovió el crecimiento de la industria y la agricultura. Además, el comercio fue una fuente importante de ingresos para el Estado.
La agricultura fue una de las principales industrias de la economía islámica. Los agricultores cultivaban una variedad de productos como el trigo, el arroz, los cereales y las frutas. Estos productos se exportaban a otros países islámicos, lo que contribuyó al crecimiento de la economía. Además, estos productos también se utilizaban para la alimentación local, lo que contribuyó a mejorar la nutrición y la salud de la población.
La artesanía también fue una de las principales industrias de la economía islámica. La industria de la artesanía incluía la fabricación de telas, muebles y joyas. Estos productos se utilizaban para la producción a pequeña escala y también se exportaban a otros países. Esto contribuyó a la riqueza de la economía islámica.
En conclusión, los productos como el comercio, la agricultura y la artesanía fueron la base de la economía islámica. Estos productos contribuyeron al crecimiento de la economía y a la riqueza de los países islámicos. Además, también contribuyeron a mejorar la nutrición y la salud de la población.